Nos despertamos a las 2:45am. No hemos pasado frío
ya que la temperatura solo ha bajado a -8C. Sin embargo, Josu no ha dormido
apenas por el dolor de cabeza. Nos preparamos y comenzamos a andar. Yo sin
frontal, error de principiante. No transcurre ni un cuarto de hora, y Josu me
dice que no tiene fuerzas. Inusual. Se nota que no va, paramos cada muy
poquito. Me pongo de primero para pasar unos escalones de hielo, donde nos
cruzamos con un guía que baja con su cliente por el mal de altura. Va pasando
la mañana, y vamos comiendo terreno. Sin embargo, la cima se nos antoja lejana.
Nos cruzamos con la mayoría de las cordadas antes de coger la cresta, que es
estrecha pero sencillita.
Fotos en la cima, y seguido para abajo. El sol
calienta fuerte. Llegamos al refugio a la par que los guías parten hacia el
campamento base. Recogemos todo y para abajo. Vaya bajada, se nos hace eterna entre el
peso y el cansancio que llevamos encima. Tampoco tenemos líquidos, por lo que
vamos pidiendo en los refugios, hasta que un guía nos ofrece una botella de
coca-cola ya empezada. Finalmente llegamos al campamento base, y seguido cogemos
el transporte a La Paz. Yo vuelvo al aeropuerto a preguntar por mi mochila, no
hay noticias. Vuelta al hotel, cenar y a la cama.
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